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| El árbol,el ave y el hombre |
En una mañana cálida, en el ocaso de la primavera, un pequeño gorrión se posó en la rama de un viejo árbol. Al sentir el pasito del ave, el árbol se sintió feliz de tener visitas y sin más escrúpulo pregunto al ente alado:
Árbol.-Disculpe usted ¿Qué se siente volar?
A lo que el gorrión respondió haciendo una pequeña pausa:
Gorrión.-No lo sé explicar... ¿Cómo siente usted quedarse clavado en un mismo lugar durante toda su vida?
El árbol meditó sobre la interrogante del visitante y replicó:
Árbol.-Yo tampoco lo sabría explicar.
Se miraron mutuamente y el pájaro se hecho a volar, entretanto, el árbol solo pudo permanecer firmemente en su sitio.
Propio acto les revelo por completo la duda que tenía el uno sobre el otro.
Muy poco después de tal escena, un hombre paso junto al árbol, lo contemplo reflexivamente. Cuando el vuelo de un gorrión lo distrajo, apuntalando su mirada hacia el, siguió su trayecto hasta perderle de vista, y pensó:
¿Cómo se sentirá tener la libertad de elegir?
-FIN-
